Molló del Almud y Morredondo en Picassent

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Molló del Almud y Morredondo en Picassent

Almun y Morredondo en Picassent

Para situarnos correctamente, os diré que el pueblo de Picassent pertenece a la comarca de L’Horta Sud, a 17 kilómetros de la ciudad de Valencia. Es el término más extenso de esta comarca, ubicada en la zona oeste y sur del área metropolitana de Valencia y comprende los municipios de Alaquàs, Albal, Alcàsser, Aldaia, Alfafar, Benetússer, Beniparrell, Catarroja, Manises, Massanasa, Mislata, Paiporta, Picanya, Picassent, Lloc Nou de la Corona, Quart de Poblet, Sedaví, Silla, Torrent y Xirivella.

El término de Picassent es amplio, lo he ido descubriendo con mis amigos Paz y Voro, y últimamente también a través de la Associació de Amics de Cristófor Aguado. Sí, cada día me interesa más el origen de nuestros antepasados, cómo vivían, dónde, intento averiguarlo sobre todo pisando el terreno. Siempre hay algo que me sorprende, y es que tenemos una gran cantidad de manifestaciones históricas que con el paso del tiempo siguen ahí llenas de belleza e historia.

Hoy paseamos por dos lugares a los que hemos ido unas cuantas veces, pero esta vez lo hacemos acompañados por dos arqueólogas, Isabel García Villanueva y Ferranda Martí Campoy, todo un lujo. Y es que aquí podemos encontrar restos de la Edad del Bronce, exactamente en el Molló de l’Almud y también de la época romana en la Cova de l’Àguila. Algunos escritos recogen que el topónimo de Picassent tiene su origen en la época donde el señor que tenía el dominio del pueblo ofrecía cien hombres y cien ‘piques’ (armas) para defenderse de los moriscos.

Los amantes de la bicicleta y el motocross conocen muy bien el término y es que hay muchas rutas para disfrutar en estos vehículos y muchas sendas para descubrir en pareja, en familia, en solitario, en grupo… el término de Picasent tiene un paisaje para todas las edades, es para disfrutarlo caminando entre pinos, garroferas, naranjos, almendros, romero, santolina, ruda, brezos, lavanda, tomillo, té de monte,.. incluso algunos tipos de orquídeas silvestres propias de climas mediterráneos. Mi amiga Paz Pascual tiene una bonita colección de todas ellas. Parajes naturales que esconden cuevas, fuentes, lomas de las que divisamos un paisaje hortícola donde confluyen acequias con agua que brota de pozos y motores, barrancos, masías, refugios de pastores, casas señoriales de terratenientes de la época que guardan verdaderos tesoros y leyendas míticas en las que me gustaría entrar algún día.

Morredondo, Picassent

Muchas cosas que mostrar, pero hoy abrimos nuestra ventana para mostrar dos de las montañas más emblemáticas de Picassent, Morredondo y el Molló de l’Almud.

Tengo en mis manos el libro ‘Terra, Població, Economía i Propietat sobre la història y la geografia de Picassent’. De él extraigo algunos de los datos que nos sitúan según sus autores hace 4.000 años atrás. Aquí nos cuentan dónde estuvimos y cómo éramos entre otras cosas. En su prólogo (año 1988), Cristófor Aguado y Medina ya nos decía que en el mundo en el que vivimos, estaba obsesionado por la imagen, las nuevas tecnologías y por lo que vendrá (la palabra futuro aparece constantemente en conversaciones y en los medios), conviene recordar la frase de G.B. Shaw: ‘Habrá bastante tiempo para pensar en el futuro cuando no tengamos futuro en qué pensar’. Demos al futuro lo que será del futuro y analicemos ahora el pasado y el presente.

El Paisaje de Picassent

El término de Picasssent está situado en un lugar de transición entre la llanura litoral de La Albufera y las sierras interiores del oeste (Perenxisa, Dos Aguas, etc.) Es un paisaje donde se alternan las llanuras con colinas que nunca llegan a los 300 metros de altitud. Esta oscila entre los 19 metros del Pla dels Olivars y los 301 metros de los Altos de Guatleta, en el límite con el término de Llombai. La orientación del relieve permite sin dificultad la penetración de los vientos marinos, de hecho desde cualquier elevación se puede ver la Albufera en el horizonte. Las montañas tienen un perfil suave, sin ningún cortado remarcable.
En el paisaje actual de Picassent se encuentran tres grandes unidades geológicas que al mismo tiempo, se corresponden con tres grandes unidades geomorfológicas:

  • Los materiales cretácicos (período geológico que comprende el final de la era secundaria. Ocupa una cronología entre 136 y 64 millones de años desde el presente) del anticlinal (pliegue en el cual los estratos más modernos envuelven a los más antiguos) del Besori al SW, que dan el paisaje más abrupto del término.
  • Las elevaciones miocenas (periodo geológico que existió entre los 22 y los 7 millones de años desde el presente) que atraviesan el término en dirección NW-SE, formando una dorsal desde Els Racons hasta Espioca, pasando por Penyens Males y L’Alter.
  • Y los materiales cuaternarios (era cuaternaria, desde hace dos millones de años hasta ahora), que se distribuyen, fundamentalmente en dos espacios: por una parte, los depósitos situados entre la Sierra y las elevaciones miocenas, que forman un valle en la misma orientación que las dos unidades anteriores y que conforman las llanuras del Devadillo y Terrabona, esta depresión está cerrada al NW (Millerola) y abierta al SE hacia la Ribera. Y por otra parte, las llanuras localizadas al NE de las elevaciones y que en realidad son continuaciones de la llanura litoral de la Albufera (Els Garroferals, els Olivars, L’Horta de Silla…).

Molló del Almud en Picasent

Los materiales cretácicos de la Sierra

Forman parte del sector más sudoriental de la rama castellana del Sistema Ibérico. Esta cordillera presenta una orientación WNW-ESE, variación en llegar al mar de la orientación típica NW-SE de las sierras ibéricas.

Se diferencian al menos geomorfológicamente, dos cordilleras paralelas separadas por un valle interno, una más elevada al interior que va desde los Altos de Guatleta hasta el Besori y el Molló de l’Almud, y otra exterior, más baja que va desde el Vedat hasta Morredondo. En medio de las dos se sitúa un valle interno drenado por barrancos, el de Les Revoltes, de Guatleta, de Les Calaveres, y la cabecera del barranco de Los Felipons.

En la actualidad no hay ninguna corriente de agua superficial permanente. Cuando las precipitaciones son intensas y superan los 100 mm/m2 diarias de precipitación, condiciones que solamente se dan unos dos o tres días al año, es cuando podemos ver el agua circular en algunas cuencas.

En cuanto a las aguas subterráneas solamente hay dos lugares donde se localizan actualmente las extracciones de agua: los alrededores de Morredondo y el Pas del Gavatx, que abastece de agua la mayor parte del término. La verdad es que debo dejar muchísimos datos porque no es cuestión de traducir el libro que hace un estudio completo y muy interesante del término de Picassent, ya iremos hablando de sus vientos, sus cuevas, su flora, su fauna,… este post solo quiere hablar de dos de sus colinas.

Molló del Almud en Picasent

Los primeros pobladores

Los hallazgos que hoy por hoy dan testimonio a la primera ocupación humana al territorio que ocupa el actual término de Picassent, corresponden al período que se conoce como la Edad del Bronce (1900-600 a.C.). Pertenecen a los yacimientos del Molló de l’Almud y al de l’Aguila. Ambos lugares están situados en el relieve montañoso conocido como la Sierra, pequeña cordillera que se extiende por el suroeste del término de Picassent y a los pies de Benifaió, Alfarb, Llombai y Montserrat y que se encuentra en contacto con la plana costera. Es un territorio donde se ha demostrado la presencia del hombre del Bronce, por los yacimientos del Puntalet, el Puntal de la Mallà y Los Escopalls que lo constatan.

No hay trabajos realizados en profundidad sobre ubicación, condiciones naturales, estructura de poblaciones, etc. porque esto significaría excavaciones. Lo que sí es seguro es que el Bronce no es el único momento histórico en el cual no encontramos respuesta a muchos de los interrogantes que nos podamos formular.

Los hallazgos en El Molló de l’Almud

Los restos de este poblado los encontramos en las coordenadas 39º 19 latitud norte, 3º 10’ 40’’ longitud este y están emplazados en una pequeña elevación de 251 metros, situada al suroeste del término, en la línea que limita con el de Llombai. Se enmarca dentro del arco montañoso que envuelve la llanura del Horta. Por sus características físicas podemos deducir que las dimensiones máximas del poblado vienen dadas por la cima de la colina. Difícilmente se extendería por las vertientes como ocurre en otros casos, ya que el Molló no dispone de costeros naturales.

Molló del Almud en Picasent

La primera mención del yacimiento es fruto de la visita y prospección que realiza B. Martí en el año 1981. Pero fue en 1964, que en el Molló de l’Almud se observan restos de fortificación de un castro, con fragmentos de cerámica del tercer bronce. Fueron Cristófor Aguado y Josep Lluis Pitarch los que los encontraron y acompañaron años después al Servicio de Investigación Prehistórica y su Museo.

A raíz de esta visita se clasifica provisionalmente como un asentamiento del Bronce a tenor de su ubicación, las alineaciones de piedras, los fragmentos de cerámica hecha a mano y las láminas de sílex que se encontraron. Anteriormente este mismo autor hace referencia en dos estudios a la existencia de dos torreones derribados y entre ellos, unos tramos de muralla que cerraría el recinto. Además se hace eco de la abundancia a nivel superficial de fragmentos cerámicos. En cuanto al material lítico, A. Martínez recoge tres láminas de sílex una de las cuales con retoques en el margen. Actualmente los vestigios de construcción ya no son visibles, solamente a la vista hay una gran concentración de piedras, además de numerosos fragmentos de cerámica, que según la arqueóloga que nos acompañó y nos los mostró nos indicó que todo esto puede tocarse, pero debe ser dejado en su lugar, SIEMPRE.

Como es habitual en los yacimientos del Bronce, la cerámica constituye el material más abundante en el Molló, actualmente en la vertiente oeste de la colina. Se observan diferentes coloraciones, en un mismo fragmento. La irregularidad de los tonos va desde un color anaranjado hasta un gris ennegrecido. Cuando se utilizó el desengrasante se vió que llevaba abundante proporción de partículas de sílice y el acabado de las superficies, en general era basto y de tacto granuloso. Los fragmentos, faltos de elementos decorativos, corresponden al cuerpo y la base de las piezas.

Exposición Morredondo y El Almud

En la Casa de Cultura de Picassent como cada otoño en la semana cultural de la Asociación de Amics de Cristòfor Aguado, el tema de la exposición nos dio a conocer estas dos colinas a través de una nueva muestra de Picafoto (grupo fotográfico enmarcado en esta asociación) en el cual sus miembros han reflejado las imágenes de estas dos montañas, Morredondo y El Almud que marcan una parte de la historia y los vestigios de Picassent. Un trabajo que pretende visibilizar y dar a conocer el valor patrimonial paisajístico de Picassent.

Así que animaros y recorrer el término de Picassent, un pueblo que aunque evoluciona, sigue manteniendo ese olor peculiar a tierra, azahar, tomillo, romero, ese ‘bon día y bona nit’ que con educación de la buena se sigue manteniendo,… también como dice mi amiga Juani, ese ‘¿a on vas, d’on véns?, jajaja. Ven y vive paseando esa continua relación entre la persona y la naturaleza, sube a ver puestas de sol preciosas en un plis-plas, es todo un privilegio experimentar tan cerca la sensibilidad de nuestra Madre Naturaleza.

Imágenes de nuestros paseos por Morredondo y El Almud en Picassent

Mª Carmen Izquierdo
Mª Carmen Izquierdo
Administración de Condelmed, S.L., empresa de Marketing y Comunicación especializada en Internet. Diseño - Programación Web y Marketing SEO - SEM - Elaboración y gestión de contenidos.

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