Sobre la antigúedad del Portet de Sollana:
·· Según indica Juan Moleres (cronista oficial de Sollana) en su libro ‘Historia de Sollana’ se tiene constancia de este puerto desde 1579, aunque se prevé que existiera desde antes. En algunos planos, del principio de siglo, figura una acequia denominada ‘El Portet de Sollana’ y un ‘redolí de la pesquera del Palmar denominado todavía ‘Redoli del Portet de Sollana’.
·· En Las Provincias (en diciembre de 1996) se dice que la Consejería de Medio Ambiente subvencionará obras para acondicionar el marjal de la Albufera en Sollana.
·· En la pàgina 25 de ‘Sollana molt a vore’, publicación de la Associació Amics de Sollana, en 2005 se dice: “El Portet de Sollana, es una zona maravillosa, poco explotada y dejada de la mano del hombre, alrededor de la que se espera que pronto se realice un proyecto serio y continuado para permitir a todo el mundo disfrutar de su encanto”.
Es 18 de mayo y nos encontramos en el término de la población de Sollana, antigua Baronía de Sollana, en la provincia de Valencia. Su término municipal tiene una superficie de 37,3 km2. Esta población limita con varios términos de Valencia: por el norte con el lago de la Albufera, por el noroeste con Silla, por el oeste con Almusafes, por el sureste con Alginet, por el este con Sueca, por el sureste con Algemesí y por el sur con Albalat de la Ribera.
Esta antigua población musulmana, como comentamos anteriormente en sus límites se encuentra con el Parque Natural de la Albufera, encontrando una serie de parajes naturales de gran interés, como Els Tancats.
Después de comer un buen arroz en El Palmar y dar el paseo en barca por parte de La Albufera, nos adentramos por los caminos que nos llevan a uno de los puntos más singulares del término de Sollana, a escasos 200 metros de la salida a la Albufera, El Portet, también conocido como el motor de Bala, un punto de encuentro de pescadores, labriegos, cazadores y terratenientes.
Terratenientes que vigilaban a sus trabajadores desde los miradores de sus casas. Esas casas que en la actualidad están destinadas a almacenes de maquinaria agrícola, otras se han reformado y otras con menor fortuna están medio derruidas y en proceso de derribo y desaparición. Todas estas casas han sido testigo del esfuerzo de generaciones enteras dedicadas al trabajo de la tierra. Una vida entre barcas de vela latina y las plantaciones y siegas a mano del arroz entre campos, acequias y caminos.
El Portet de Sollana supone un enclave de alto valor ecológico para encontrarse con el Parque Natural de la Albufera. El Ayuntamiento de Sollana ha acondicionado esta zona que se encuentra al lado del humedal artificial del Tancat de Milia, área de nidificación de aves protegidas y que ha permitido a la canastera recuperar su hábitat de nidificación en La Albufera.
Está cerrado, hay que concertar visita, pero nos dirigimos a unos metros más allá, a una torre de observación de aves que aprovechando el Día Mundial de los Humedales, el 2 de febrero de 2018, se inauguró junto al lago. Se trata de una iniciativa de la Consellería de Medio Ambiente y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Sollana, Acuamed y Pavagua-Ambiental. Lo que más me gusta es saber que para su fabricación se han utilizado plásticos reciclados y paja de arroz, contribuyendo al reciclaje de estos residuos, lo que se conoce como economía circular.
Esta torre de observación de aves es la primera de libre acceso en el Parque Natural y nos permite una visión de 360º en la que podemos observar además del paisaje y la fauna del humedal artificial del Tancat de Milia, los arrozales y el propio lago de la Albufera. Vemos cuatro flamencos.
Nos encontramos rodeados de acequias mientras descansamos sentados en las mesas a la sombra de los árboles tomando un mojito preparado por Pau y viendo atardecer. Las barcas amarradas al embarcadero tienen un encanto especial, una azul destaca sobre la caseta colorada vestida con una parra virgen, si sigues la senda entre el carrizo llegas al mismo borde de la Albufera.
Me adentré en este paraje y recogí en algunas fotografías lo que la naturaleza me ofrecía. Embarcaciones típicas, tierra, agua, aves, follajes, flores, reflejos, nubes,… es un lugar bonito en cualquier época del año, dentro de unos días el inmenso y viejo platanero que hay al lado del motor de Bala, estará como en una isla rodeado por el agua de la ‘perellonà’ con el reflejo del azul o rojo de nuestro cielo mediterráneo.
La Albufera, está considerada un valioso humedal por el número de aves que cada año lo eligen como destino para su nidificación. El Ayuntamiento de Valencia ha recuperado estos últimos años una gran parte de él que se ha visto amenazado por el crecimiento urbanístico surgido a su alrededor. También por los cambios en el paisaje agrícola y los problemas de calidad y cantidad del agua. En los años 60, en La Albufera se podía observar la vegetación subacuática por sus aguas transparentes consideradas el motor del humedal. Esta característica lo convirtió en un ecosistema de alto valor en Europa, por lo que todavía queda mucho por recuperar, por hacer.
Actualmente, existen tres humedales artificiales en La Albufera que integran el proyecto Life Albufera, el cual consiste en la gestión integrada de estos humedales en cumplimiento de las Directivas Marco del Agua, Aves y Hábitats de la Unión Europea.
Este tipo de humedales, aunque artificiales, se convierten en reservas naturales y auténticos focos de biodiversidad. Aumentan la riqueza biológica de las aguas gracias a la buena calidad de estas y la presencia de avifauna. GOTUR (Grupo de Anillamiento Científico en l’Albufera) realiza anillamientos científicos de aves que puedes presenciar en vivo gracias a las actuaciones que lleva a cabo en estas zonas.
Estos tres humedales artificiales que ayudan a la regeneración de la laguna y su entorno húmedo son:
·· El Tancat de la Pipa.
·· El Tancat de l’Illa.
·· El Tancat de Milia.
Y muchos os preguntaréis que es un ‘tancat’. Los llamados tancats de l’Albufera son zonas de arrozal, ganadas poco a poco a la laguna tras los históricos aterramientos llevados a cabo en los siglos XIX y XX. En valenciano ‘tancat’ significa ‘cerrado’. Se explica porque el nivel de estos arrozales se encuentra por debajo del nivel de las aguas de la laguna, por lo tanto necesitan estar completamente aislados de las aguas de La Albufera mediante altas motas (elevaciones del terreno). Si no lo estuvieran, el nivel de agua en los campos llegaría a igualar los niveles de l’Albufera, y permanecerían constantemente inundados. De esta manera, todos los ‘tancats’ comparten un mismo sistema hídrico: el agua entra por gravedad, espontánea, y es desaguada por las turbinas localizadas en edificios blancos llamados “motores”.
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[…] Portet de Sollana, tal y como indica https://www.fernandocuenca.net/el-portet-de-sollana/, es una zona de gran importancia para el turismo por ser uno de los puntos de entrada en barca […]