Alcalali, municipio de La Marina en el Valle de Pop (Alicante), con una altitud de 240 m sobre el nivel del mar, tiene un término de 1.439 hectáreas. Fue fundado por los árabes hacia el año 1020 y conquistado por Jaime I en 1245. Hace dos años su guía, María, nos comentaba que Alcalalí, no tiene policía, pero sí ‘aguacil’, cosa que nos llamó la atención.
Alcalalí se encuentra junto al río Xaló o Gorgos y al abrigo de las sierras del Coll de Rates, el Cavall Verd y el Seguili.
El entorno de Alcalalí se define por los relieves montañosos que lo abrigan. Encontramos contínuos contrastres entre la vegetación de ribera de los márgenes del río Xaló, el matorral mediterráneo y el mosaico de colores que conforman las zonas de cultivo, especialmente el de los almendros en flor. Especialmente en febrero, todo un espectáculo maravilloso.
Son varias las rutas de senderismo señalizadas, para conocer una parte de la Vall del Pop. Nosotros iniciamos esta en la calle Ravalet de Alcalalí que celebra su Feslali, con todos sus almendros en flor.
La tradición agrícola de Alcalalí sigue presente en el paisaje de su entorno. Olivos, vides, naranjos y almendros sobre bancales de piedra en seco, marcan los cambios de estación y la actividad diaria.
Piedra seca, pared seca, piedra en seco o albarrada, son términos que hacen referencia a una técnica constructiva de origen tradicional y popular que se realiza mediante el uso de piedras pero sin utilizar ningún tipo de mortero o argamasa. En ocasiones se usa arena seca para rellenar los huecos de la pared y de ahí viene el nombre. Las piezas de roca (manpuestos), se encajan convenientemente para la construcción de estructuras, en este caso bancales.
De todos los frutales del huerto el primero en florecer es el almendro. Con él, la sensación de que comienza a finalizar el invierno es una realidad y siempre es agradable contemplar estas flores en un día soleado en pleno campo.
Las flores del almendro nacen antes de que lo haga su follaje y florece a lo grande, llenando todo el árbol de un manto de flores espectacular. Si un almendro en plena floración es precioso, cuando lo hacen todos a la vez en el campo el impacto es espectacular. El almendro es una especie autoincompatible, por lo que requiere la polinización cruzada. Así, por una parte deben colocarse polinizadores para obtener un mayor cuajado y por otra el trabajo de las abejas es fundamental. Son las temperaturas las que determinan cada año el inicio de la floración de los almendros, un espectáculo natural no programado.
El riurau es una construcción rural característica de la Marina Alta cuya función estaba relacionada con la producción de pasa en esa comarca, principalmente para protegerla de las inclemencias del tiempo. En el paseo podemos ver algunos que se han conservado en la restauración de las parcelas.
Se trata de una construcción sencilla, de planta rectangular alargada cerrada en todos sus frentes excepto el que orienta hacia el soleamiento, donde dispone de amplias arquerías carpanel formadas con ladrillo macizo y mampostería, sobre pilares realizados también con mampostería o ladrillo. De una sola crujía, se cubre con teja hacia el lado de los arcos. Esta construcción se sitúa exenta o bien adosada a uno de los frentes de la casa o edificación principal.
En la entrada a la plaza podemos disfrutar del paso bajo el único porche superviviente del antiguo recinto amurallado, puerta de acceso desde el camino de Parcent. Hoy tiene lugar un concurso de tartas de almendra. Todas tienen una pinta estupenda, hemos probado algunas, el jurado lo tiene muy difícil. A mi me gusta una que lleva un toque diría de bergamota.
Desde la plaza podemos ver la Torre Medieval de cinco pisos que data de finales del siglo XIV. Fue construida inicialmente como torre de vigía y bastión de defensa en caso de ataques piratas o de bandoleros.
La quinta planta es un mirador acristalado. Un lugar privilegiado donde admirar el valle. En las plantas primera y segunda hay una exposición de utensilios, ropajes y fotos de época. En la tercera planta encontramos una muestra de grafitis y grabados restaurados de sus paredes que datan de los siglos XVI, XVII y XVIII. También en esta tercera planta hay un aparato de radio, fue el segundo que hubo en Alcalalí, inmediatamente después de que se adquiriera el primero. Se acordó su adquisición el día 3 de abril de 1932. En el libro de la Cooperativa Agrícola San José de Alcalalí de Joaquín Mestre Palacio en la página 167, existe un acta que dice que se propuso adquirir un aparato de “TELEFONIA SIN HILOS”, encargando a cuatro únicos socios su cuidado y manejo.
También en la plaza está la Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora. La primera iglesia católica construida en Alcalalí que data de 1577. Posteriormente, en 1582 se construyó la segunda iglesia y, entre los años 1768 y 1808, la Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora. Ésta quedó destruida en gran parte durante la Guerra Civil. Muchos vecinos ocultaron en sus casas objetos de valor que fueron devueltos al final de la contienda. En 1961 finalizaron las obras de reconstrucción.
Comimos en el Restaurante Castellvi, el cual debe su nombre a un antiguo noble de la zona. A día de hoy es un restaurante amplio, cómodo, con muchos y coloridos detalles, con buena cocina y en estas fechas con un menú degustación de tapas dentro de la ‘Floración de los almendros’.
Comienza anochecer y tenemos que despedirnos de estos campos abancalados de Alcalalí. Dicen que para gustos los colores, y hoy los nuestros son el rosa y el blanco que tiñen estos campos de almendros en febrero, resultando el paisaje un espectáculo único para la vista y para el resto de los sentidos. Hasta el año que viene.
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