Durante nuestro último viaje a Alemania a principios de diciembre y ya que se encontraba a tan sólo 50 kilómetros al sur de Stuttgart, ciudad en las que nos hospedábamos… nos dio por visitar el Castillo de Hohenzollern cerca de la ciudad de Hechingen, en la Jura de Suabia y dentro del distrito administrativo de Zollernalbkreis en el estado de Baden-Württemberg.

Madrugamos, desayuno para cargar las pilas, todos al coche, programación del navegador y… rumbo al Castillo de Hohenzollern, de estilo neogótico y enclavado en la cumbre del monte Hohenzollern, a una altitud de 855 metros.

El día nos salió muy nublado, frío y con viento. Pero como somos optimistas por decreto, un poco más de ropa de lo que teníamos previsto y a disfrutar. En estas fechas, una vez allí nos sorprendió el ruido ensordecedor de los árboles ya sin apenas hojas, producido por el rápido y constante roce de sus ramas. Es como si estuviésemos cerca de unas cataratas pero sin rastro de ellas, je, je.

El Castillo de Hohenzollern es majestuoso y elegante, aunque hoy debemos verlo como un complejo artístico y turístico, siendo una propiedad privada. Su origen data del siglo XI aunque a mí me pareció que estaba recién hecho, y en parte no me falta razón y no porque esté muy bien cuidado.

En realidad estamos viendo el tercer y último castillo. La primera parte del castillo fue construida durante el siglo XI y fue completamente destruído tras un asedio de 10 meses en 1423 por parte de una alianza de las ciudades imperiales de Suabia. El segundo, el mayor y más sólido castillo, fue construido entre 1454 y 1461 y sirvió como refugio a la familia de la Dinastía de Hohenzollern, cayendo en el abandono a finales del siglo XVIII. Y el tercero y actual castillo, fue edificado por orden de Federico Guillermo IV de Prusia entre 1846 y 1867 bajo la dirección de Friedrich August Stühler, que se inspiró en la arquitectura inglesa neogótica así como en los castillos del Loira.

Bueno, al margen de ello, pasamos un día estupendo, comiendo en el restaurante del propio Castillo de Hohenzollern, degustando especialidades de la zona con sorpresa incluida, que aunque agradable… es lo que tiene el interpretar alegremente el significado de los menús ¿verdad Paco?