Erase una vez que se era, en el seno de las familias, padres y abuelos les daban a los niños para que jugaran los melones o sandías de de más baja calidad o pequeños… los mejores eran para comer, claro. Con ellos les hacían una especie de farol (farolet), como los que solían llevar en mano los sereno que recorría las calles. Esta costumbre arraigó de tal modo que pasó a ser una tradición.

Pero el tiempo es implacable con muchas cosas y esta tradición no escapó… entrando en desuso. Pero afortunadamente se están recuperando múltiples tradiciones locales ya sean de tipo artístico, folclórico o costumbristas. Y dentro de estas últimas, se encuadra la llamada Nit dels farolets, fiesta tradicional de los pueblos donde las halla.

Estos ‘Farolets‘, como digo son creados a partir de pequeñas sandías vaciadas de su pulpa y en cuya corteza se les han marcado unas señales a modo de dibujo, más o menos artístico… que quedan resaltados con la luz de una vela colocada en su interior. Los que tenemos una cierta edad a nuestras espaldas y vivimos en la Comunidad Valenciana (España)… nos hace volver la vista atrás con agrado e incluso arrancándonos una sonrisa (por lo menos a mí.

Retomando el tema, desde hace unos años, la fiesta dels farolets comenzó a resurgir en modalidad de concurso en el que se intenta premiar cual es el farolet mas original, el farolet mejor realizado por los niños… aunque a nadie escapa la participación encubierta de los ‘niños más grandes’ de la casa… los papas y abuelos, claro.

La fiesta de la Nit dels farolets se realiza durante finales de verano, bajo la luz de la luna en una velada mágica, reuniendo a varias generaciones (abuelos, padres e hijos) simultáneamente. Tras el concurso, se da paso al tradicional recorrido por el paraje, ‘farolet‘ en mano, emulando la antigua profesión del sereno, que en realidad es la que motivó el nacimiento de la tradición. Durante el trayecto, los jóvenes participantes suelen entonar las canciones típicas del sereno, que normalmente han aprendido unas horas antes.

Y en cuanto a los temas escogidos para los diseños ‘dels farolets‘ suelen ser totalmente libre. Cada participante suele presentar el motivo que desee; desde dibujos infantiles (estrellas, soles, lunas, escaleras…) hasta imágenes casi terroríficas, pasando por motivos abstractos… e incluso verdaderas composiciones alrededor de ese pequeño melón o sandía. Todo cabe en esta noche en la que la imaginación es una de las protagonistas.

Me alegra la recuperación de las ‘tradiciones sanas’ y en este caso, además me lleva a una reflexión: Se dice que el melón es ‘la sonrisa del verano’ haciendo alusión a la forma de su característica cortada. Pues bien, me complace cómo un melón que casi seguro iba a terminar en el cubo de la basura o simplemente en el campo sin recolectar… pasa a ser no sólo la sonrisa del verano sino la sonrisa de multitud de niños.

Nota.- las imágenes las he realizado durante la fiesta Nit dels farolets en Picassent.