En la reciente aventura veraniega por Navarra, la visita a la Selva de Irati estaba cantada. Esta se encuentra en su mayor parte en la zona norte de Navarra, en una cuenca rodeada por montañas, ubicada en gran parte en los Valles pirenaicos de Aezkoa y Salazar. 17.195 Hectáreas de preciosa naturaleza que desde la antigüedad ha tenido un aprovechamiento ganadero, forestal y cinegético.
Basta pasearse por ella para entender el por qué la Selva de Irati es considerada como uno de los mayores hayedos y abetales de Europa, aunque joven ya que se data este bosque con una edad menor de 12.000 años. Esta posee un gran valor tanto natural como ecológico, constituyendo un gran atractivo naturalístico durante todo el año. Por ello, el ir a visitarla era ‘jugar sobre seguro’.
Para disfrutar de la Selva de Irati a lo largo del año existen numerosas posibilidades de paseos y travesías a pie o en BTT, así como ascensiones montañeras, actividades invernales sobre nieve, etc. Nosotros, en el ocaso veraniego, elegimos dos de la red de 16 senderos elegidos con esmero y perfectamente balizados por la administración del Parque. Para empezar el más flojito… venimos de la ciudad, y después una más potente para coger moral y poder ‘vacilar entre nosotros’.
Como información de la Selva de Irati podemos decir que si bien es cierto que la ganadería fue una importante actividad en la Selva (en Salazar llegó a haber más de 40.000 ovejas rasas), aun hoy en día tiene su importancia. La oveja latxa, la Rasa, las vacas pirenaicas, las yeguas burguetanas… aun pueden verse pastar por algunos de los pastos de altura.
También la explotación maderera de Irati es relativamente importante y se realiza en base a planes de ordenación forestal, siendo una importante fuente de ingresos para Aezkoa y Salazar. Y en cuanto a la caza y pesca, usos tradicionales en Irati, la paloma, la becada, jabalíes, corzos, ciervos… y en el caso de la pesca la trucha, conforman principalmente el catálogo cinegético. Actualmente existen puestos palomeros en seis zonas de la Selva de Irati para la caza de la paloma y la becada, siendo sometidos a subasta para permitir pequeños ingresos en los Valles. Para el resto de caza y pesca, está todo reglamentado con cotos y acotados.
Paseando por la Selva de Irati, entre todos sus atractivos se encuentra evidentemente la flora. Si bien inicialmente el árbol mayoritario parece que fue el roble (aún quedan bellos ejemplares solitarios) y debido a la explotación maderera que ha reducido notablemente la extensión del abetal, actualmente es el haya la especie más abundante. Otras especies a destacar son el serbal, el arce, el sauce, el tilo, el olmo de montaña, el avellano, el acebo, el espino, el enebro o el patxaran, los helechos, los líquenes y los musgos. Y como fauna que no ves pero la sientes… están los ciervos, los jabalíes, los corzos, el gato montés, el turón, la comadreja, la marta, el zorro, el tejón y por supuesto, numerosas aves que completan este grupo de habitantes, en la mayoría de veces de forma desapercibida.
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1 Comment
Muy interesante tu escrito!! también encontré otro post que hablaba de la Selva de Irati y entre los dos me habéis dado muchas ganas de visitar este maravilloso lugar!