Paramos en Domeño, siempre almorzamos primero y esta vez fue de camino a Alpuente en busca de ‘La Juana’.
A unos 8 km de Alpuente nos encontramos con la aldea de la ‘Almeza’, cuyo nombre proviene del fruto del árbol Almez (Celtis Australis). Allí encontramos casas con más de 100 años de antiguedad. Pero no vamos buscando arquitectura, buscamos un árbol monumental del que hemos oído hablar, La Juana, una sabina albar, que en la zona llaman ‘Trabina’ y que científicamente se denomina Juniperus thurifera L., la cual pertenece a la familia de las Cupresáceas.
Desde esta aldea accedemos a uno de los parajes singulares de este término municipal de Alpuente: Se trata de Cañada Pastores, un conjunto de sabinas centenarias conocido en la zona como ‘Trabinas de Cañada Pastores’.
Nos cuesta encontrarla, pero desde lo lejos la divisamos, es la más grande. La sabina albar, conocida también como enebro es un árbol de hoja perenne de hasta 20 m de altura, aunque esta tendrá unos 15 m. y un perímetro de casi seis metros. El tronco es corto y grueso, tortuoso y precioso. La corteza es pardusca y agrietada longitudinalmente, desprendiéndose en tiras estrechas, es fantástico. Sus ramitas son cuadrangulares, de follaje azulado y escamoso, y de frutos con forma cónica-esférica de color azul blanquecino.
‘La Juana’, fue catalogado como ‘árbol monumental’ por la Diputación de Valencia y es uno de los ejemplares de mayor tamaño y edad de la provincia de Valencia, con unos 500 años de antigüedad que luce fornida y esbelta en lo alto de la serranía.
Dejamos a ‘La Juana’ en su serranía y caminamos hacia la aldea de La Torre. Estamos en las estribaciones de la Sierra de Javalambre, a 1.210 metros de altitud. Aquí se ha logrado recuperar «la imagen pétrea y austera de las antiguas casas» (construidas probablemente a finales del siglo XVIII) y se han acondicionado el interior de algunas viviendas para su nuevo destino como alojamiento turístico. Encontramos el lavadero en pié, muy coqueto, damos una vuelta. Es un lugar con encanto, se respira un ambiente de paz y de tranquilidad del cual puedes admirar toda la belleza de los paisajes de alrededor. El Hostal «El Sabinar de La Torre» nos ofrece alojamiento y restaurante, sin duda un buen lugar para pasar un fin de semana estupendo. No nos quedamos, aunque lo pensamos, porque queríamos comer en Alpuente su olla de pueblo.
No nos dieron de comer en Alpuente, ni siquiera nos dieron la opción de esperar. Sí, me molestó, lo reconozco. Así que nos fuimos hacia Higueruelas (Comarca de Los Serranos) y comimos genial en El Raser, recomendable para todo el que pase por allí. Amparo nos atendió fenomenal y nos dió bien de comer. Los chipirones en su tinta están deliciosos.
Había que caminar un rato más y fuimos paseando a la Fuente del Ladrón, una zona recreativa de acampada libre situada a 1,5 km de la población de Higueruelas, en el bello paraje del Barranco del Hoz, con paelleros, fuente, aseos y dos albergues de montaña. Estaba bastante concurrida la zona, familias y pandillas de amigos están pasando estas fiestas de Semana Santa y Pascua.
Dejamos la zona de acampada y nos acercamos a la Fuente del Hoz en el mismo barranco. Descansamos un rato y volvemos por el barranco entre pinos alternados con campos de cultivo de secano, mayoritariamente de almendros algunos todavía en flor… que nos despiden. Otro precioso rincón de la Comunidad Valenciana.
Mª Carmen Izquierdo
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